Hemos hecho un viajecito a Galicia con nuestro flamante 1.2, para rodarlo y, sobre todo, para ver cómo se defiende en trayectos largos. Ya sé que las comparaciones son odiosas, pero a alguno le vendrá bien saber que este recorrido lo he hecho varias veces con mi C5 2.0, de 138cv y con el Mégane Break 1.9, de 105; ambos de gasoil.
A continuación relataré nuestras impresiones, que complementaré con algunos datos del ordenador.
1.Cargando el C-Elysée: La falta de portón trasero, que sí tienen los dos coches de referencia, y la mayor altura de la boca de carga, hacen que nuestro Elysée sea más incómodo a la hora de cargar y descargar, pero nada relevante. La capacidad del maletero es extraordinaria: nada nos hace añorar a los dos veteranos. De hecho el maletero del Elysée tiene 36 litros más de capacidad que el de mi C5.
2.En ruta: Con dos adultos y bastante carga el confort de marcha es, en mi opinión, superior al del Mégane, a pesar de la superioridad de este en potencia y par. La 'alegría' de la gasolina, la suavidad de la dirección, motor, pedales,... y la menor rumorosidad, hacen que a mí me parezca más cerca del C5 que del Break, salvo subiendo grandes puertos de montaña -Pozazal, Padornelo y Canda, en esta ocasión- que sube muy bien en 4ª a 90/100, pero que tienes que ‘estrujar’, y disparar el consumo, si quieres seguir el ritmo de subida de los dos litros.
Ha consumido siete litros en el viaje de ida y 6.9 en el de vuelta, de perfil más favorable. Una vez rodado y, sobre todo, cuando adaptemos nuestra conducción ‘dieselista’ a sus características, confío en que el C5 le sacará menos de un litro de ventaja, en autovía. En ciudad creo que consume menos el Elysée 1.2.
3. Conclusiones: Me parece ideal para ciudad y carreteras nacionales, comarcales, etc. Se defiende muy bien en autovías, en todas las circunstancias. Salimos con fuertes ráfagas de viento, lluvia y frio. Luego el tiempo fue mejorando.
Con las actuales limitaciones de velocidad, el C5 ‘se lleva’, mientras que el Elysée 1.2 hay que conducirlo. He recordado sensaciones de mis tiempos del 600 y el 2cv, en los que cambiar bien y en el momento adecuado te daba una gran ventaja sobre el que no lo hacía. En este aspecto he notado que mi mujer le tiene más cogido el punto a este motor que yo(no se lo digáis a nadie).
Creo que hemos acertado, además…¡es tan bonito!
Un saludo.
Santander-Pontevedra
Pontevedra-Santander
C5 en viaje largo
A continuación relataré nuestras impresiones, que complementaré con algunos datos del ordenador.
1.Cargando el C-Elysée: La falta de portón trasero, que sí tienen los dos coches de referencia, y la mayor altura de la boca de carga, hacen que nuestro Elysée sea más incómodo a la hora de cargar y descargar, pero nada relevante. La capacidad del maletero es extraordinaria: nada nos hace añorar a los dos veteranos. De hecho el maletero del Elysée tiene 36 litros más de capacidad que el de mi C5.
2.En ruta: Con dos adultos y bastante carga el confort de marcha es, en mi opinión, superior al del Mégane, a pesar de la superioridad de este en potencia y par. La 'alegría' de la gasolina, la suavidad de la dirección, motor, pedales,... y la menor rumorosidad, hacen que a mí me parezca más cerca del C5 que del Break, salvo subiendo grandes puertos de montaña -Pozazal, Padornelo y Canda, en esta ocasión- que sube muy bien en 4ª a 90/100, pero que tienes que ‘estrujar’, y disparar el consumo, si quieres seguir el ritmo de subida de los dos litros.
Ha consumido siete litros en el viaje de ida y 6.9 en el de vuelta, de perfil más favorable. Una vez rodado y, sobre todo, cuando adaptemos nuestra conducción ‘dieselista’ a sus características, confío en que el C5 le sacará menos de un litro de ventaja, en autovía. En ciudad creo que consume menos el Elysée 1.2.
3. Conclusiones: Me parece ideal para ciudad y carreteras nacionales, comarcales, etc. Se defiende muy bien en autovías, en todas las circunstancias. Salimos con fuertes ráfagas de viento, lluvia y frio. Luego el tiempo fue mejorando.
Con las actuales limitaciones de velocidad, el C5 ‘se lleva’, mientras que el Elysée 1.2 hay que conducirlo. He recordado sensaciones de mis tiempos del 600 y el 2cv, en los que cambiar bien y en el momento adecuado te daba una gran ventaja sobre el que no lo hacía. En este aspecto he notado que mi mujer le tiene más cogido el punto a este motor que yo(no se lo digáis a nadie).
Creo que hemos acertado, además…¡es tan bonito!
Un saludo.
Santander-Pontevedra
Pontevedra-Santander
C5 en viaje largo