Cuando te montas de pasajero en un citroën 2Cv, te 'acongojas' mucho, mucho, por carreteras de montaña, en curvas y frenadas. La sensación de que vas montado en un flan demasiado alto y muy poco espeso es épica. Se decía, nunca lo pude comprobar, que si volcabas con tu 'Deudeuche', Citroën te regalaba uno nuevo.
Si no vas a todo trapo constantemente, yo que tú me esperaría a familiarizarme un poco con el coche, sobre todo si vienes de coches alemanes. Si te fijas, notarás como las ruedas se agarran con insistencia al asfalto, mientras el habitáculo trabaja con suavidad.
De momento estoy contento con la suspensión, pero tienes que tener en cuenta que soy un abuelete.
A ver si algún 'carbonilla' nos da su opinión y nos saca de dudas.
Hace años, un amigo que venía desde Dinamarca hacia Santander, con una potente pick up americana, nada más pasar la frontera por Behobia, en una de las primeras curvas, se le fué el coche y se quedó mirando para Francia.
¿¿¿¿¡Cómo vas por esas carreteras vascas, Ivanita!????